sábado, 25 de octubre de 2014
sábado, 18 de octubre de 2014
MIAJADAS (CÁCERES): "EL VALENCIANO"
Sábado 18 de octubre de 2014
Viaje relámpago a Miajadas, cuna de Noelia, blogger de nuestro sitio web. Localidad que visitaron nada más y nada menos que Iron Maiden y Helloween en el verano de 1996, menudo conciertazo...
Tras realizar unas compras en el pueblo, nos acercamos al restaurante El Valenciano, a pie de la antigua N-V, y que ya conocíamos de otras visitas, en las que habíamos quedado gratamente satisfechos.
En esta ocasión optamos por el menú del día, de unos 15 euros. Cuatro o cinco opciones por cada uno de los dos platos, a cuál más apetitosa. De entre nuestras elecciones, destacamos la rica paella recién hecha, con el arroz en un punto perfecto, haciendo honor al nombre del local.
Entre los segundos, muy completa (en cantidad y calidad) la ración de gambones a la plancha, y un original y exquisito crêpe de boletus y roquefort.
El camarero, de trato simpático y que había ambientado la comida con buena música rock, nos recomendó un tempranillo extremeño, el Gran Buche, rico vino almendralejense que según nos hizo saber tenía, entre otros, un segundo premio en un certamen nacional.
Tras el banquetazo, de los mejores en la siempre buscada relación calidad-precio, café e infusiones para cerrar las largas conversaciones que se dieron lugar en tan acogedor salón.
Sábado 18 de octubre de 2014
Viaje relámpago a Miajadas, cuna de Noelia, blogger de nuestro sitio web. Localidad que visitaron nada más y nada menos que Iron Maiden y Helloween en el verano de 1996, menudo conciertazo...
Tras realizar unas compras en el pueblo, nos acercamos al restaurante El Valenciano, a pie de la antigua N-V, y que ya conocíamos de otras visitas, en las que habíamos quedado gratamente satisfechos.
En esta ocasión optamos por el menú del día, de unos 15 euros. Cuatro o cinco opciones por cada uno de los dos platos, a cuál más apetitosa. De entre nuestras elecciones, destacamos la rica paella recién hecha, con el arroz en un punto perfecto, haciendo honor al nombre del local.
Entre los segundos, muy completa (en cantidad y calidad) la ración de gambones a la plancha, y un original y exquisito crêpe de boletus y roquefort.
El camarero, de trato simpático y que había ambientado la comida con buena música rock, nos recomendó un tempranillo extremeño, el Gran Buche, rico vino almendralejense que según nos hizo saber tenía, entre otros, un segundo premio en un certamen nacional.
Tras el banquetazo, de los mejores en la siempre buscada relación calidad-precio, café e infusiones para cerrar las largas conversaciones que se dieron lugar en tan acogedor salón.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)